“Como madre de familia de 3 adolescentes, es muy esperanzador confirmar que, para los estudiantes, la educación es el motor de cambio social; como profesionista, el aprecio por la diversidad humana es el fundamento de la educación, y ser parte de una comunidad educativa es guiar para educar”.
Estamos en un momento en el que hemos confirmado cómo la pandemia de COVID-19 nos ha traído incertidumbre, complejidad y precariedad. Sin duda, esto me ha impulsado a replantearme mi futuro como parte de la humanidad y cómo será el cuidado de nuestro planeta en el regreso a nuestra normalidad. ¿Cuál es mi proyecto de vida en 10 años, en 20 años? De cara al 2050, el ser humano debe tener en cuenta la posibilidad de reinventarse y entender que “el conocimiento y el aprendizaje son los mayores recursos renovables con los que dispone la humanidad para responder a los desafíos e inventar alternativas implementando las nuevas innovaciones técnicas que se tienen disponibles y al alcance en cada hogar”.
Si antes de la pandemia el tema de la educación ya era una discusión necesaria, durante y después de la pandemia, sin duda es obligatoria, y en estos momentos es también un requisito tener educación de calidad. La UNESCO creó una iniciativa llamada “Los Futuros de la Educación”, que consiste en aprender a transformarse con el objetivo de resignificar el papel del conocimiento, el aprendizaje y la educación para su contribución en el bien común mundial. Esto ya se está llevando a cabo en otros países, y con gran éxito, considerando que es un gran desafío mundial sobre cómo el conocimiento y el aprendizaje pueden moldear el futuro de la humanidad y del planeta. “Los estudiantes y profesores expresaron ideas generadas desde las propias aspiraciones, deseos, sueños y esperanzas de lo que debe ser la educación hoy para formar mañana”.
Los grandes procesos de cambio industriales comenzaron hace casi dos siglos, pero ya vamos en la Cuarta Revolución Industrial, y el nombre empieza a quedarse muy pequeño ante lo que se avecina. ¡Ya es muy obvio! Hay quien busca nuevas maneras de llamarla, pero sabemos que es una nueva era cognitiva, automatizada y sin delay, esto gracias al 5G, un nuevo modo de conectar el conocimiento humano y el aprendizaje de las máquinas con tecnologías complejas y basado en datos, algoritmos, nuevas habilidades de realidad aumentada, inteligencia artificial IA y un modo diferente de entender la conquista del espacio.
“El ser humano nunca deja de cambiar, pero tampoco dejamos de aprender”. Esta expresión resume en buena medida las situaciones que hemos experimentado en los últimos dos años: en los sistemas educativos se han incrementado las ideas y las tecnologías, lo que en última instancia nos permite desarrollar medios innovadores para inspirar a las próximas generaciones. Con los avances tecnológicos digitales hemos permitido que algunas generaciones puedan gozar de la oportunidad de aprender sin límites, diseñando e innovando las condiciones del mundo en el que quieren vivir.
Nuestra labor es educar a las y los más jóvenes en el uso responsable de Internet, enseñarles a manejar las herramientas digitales de forma segura y fomentar su pensamiento crítico para evitar la desinformación en entornos digitales; estos son los retos que los educadores y las familias tenemos que enfrentar en nuestro día a día.
Ahora bien, el futuro de la educación ya va encaminado hacia el año 2050, y para ello analizaremos un par de preguntas relacionadas con esta visión.
Pregunta # 1: Cuando piensas en el 2050, ¿Qué es lo que te genera más preocupación? ¿Qué es lo que te genera más esperanza?
En mi caso, que la inaccesibilidad y la poca calidad en educación en algunos lugares del país o del mundo se agrave; sin educación se agravan la desigualdad social, el cambio climático, la economía, la desinformación y el mal manejo de la tecnología.
Pero también tengo la esperanza de que el ser humano aproveche la tecnología correctamente y con responsabilidad, para lo que fue creada en la educación, la salud y el cambio climático. Que los y las jóvenes sean comprometidos con ellos mismos y su responsabilidad como ciudadanos, porque ellos son la esperanza de modificar el futuro, las nuevas generaciones son las que van a impulsar estos cambios.
Pregunta # 2: Tomando en cuenta las consideraciones del futuro hacia el 2050, ¿cuáles son los objetivos colectivos de la educación en 2050?
Los expertos señalan que son cuatro: Inclusión, Persona, Presente y Democratización de los saberes, y en mi caso, incremento una quinta característica, la Educación Tecnológica.
1. Educación inclusiva. Lo primordial es combatir el rezago y las diferencias negativas para enfocarse en tomar en cuenta a todos y reconocer las habilidades individuales de cada uno.
2. Educación enfocada en la persona. Se trata de fomentar la autoconfianza y la seguridad, dar herramientas para conocerse, ser feliz y construir el propósito de vida, centrarse en la salud mental y emocional, en forjar el carácter y fomentar la ciudadanía responsable.
3. Educación para el presente. Aquí se plantean el por qué y los para qué de lo que se enseña. La educación debería ser mucho más práctica, centrada en los problemas reales y complejos a los que se enfrentan los estudiantes actualmente, una educación centrada en la ciudadanía, basada en retos y problemas actuales, comprendiendo cabalmente por qué y para qué se aprende.
4. Democratización de los saberes. Consiste en valorar todas las materias por igual (matemáticas, lengua materna, química, ciencias, artes, etcétera), aunque valorar por igual es muy distinto a evaluar de la misma manera, ya que “hay demasiada diversidad en contenidos y temas como para querer estandarizarnos a todos”.
5. Educación Tecnológica (desarrollo de habilidades en programación). Implica empoderar a niños, niñas y jóvenes en las escuelas, despertar en ellos la empatía, promover el trabajo colaborativo, el aprendizaje a través del error, la imaginación, la creatividad, la emoción, y la diversión, y que sean creadores de nuevas y mejores tecnologías, y no sólo se vean como usuarios. Que sean creadores de cosas increíbles e inimaginables.
En 2022 los niños se ponen gafas de realidad virtual y realmente ven aquello que estudian. Experimentan las cosas en un mundo virtual. En 2026 tendremos un mundo con acceso a Internet global y absoluto. Viviremos en el Internet del Todo y el conocimiento no tendrá casi ningún tipo de barrera, se compartirá utilizando la tecnología sensitiva. En 2030 mejoraremos nuestras mentes con la química; las predicciones afirman que los avances en esta ciencia nos permitirán usar sustancias médicas legales para alterar y mejorar la mente de nuestros estudiantes y optimizar sus cerebros para aprender.
Para 2031 empezará una personalización del estudio totalmente mejorada; los estudiantes pasarán mucho tiempo involucrando a los profesores individualmente, y se ejecutarán como tutorías individuales. En 2035 los sistemas de aprendizaje artificiales nos brindarán capacidades de comprensión específicas y temporales, es decir, podrán permitir que una persona comprenda temporalmente o hable un idioma extranjero con fluidez. Ya para 2043 la educación será una parte dominante de nuestras vidas, nuestro empleo no será un trabajo, tendrá mucho más parecido a ir a la escuela a aprender constantemente. Y en el lejano 2050 las imágenes cerebrales revolucionarán nuestros métodos de enseñanza. Los futuristas afirman que las escuelas ya no enseñarán a los niños a leer y escribir. Las interfaces cerebro-computadora harán que esas habilidades sean obsoletas e inútiles.
Reflexión final:
“Si creamos conciencia y conseguimos que nuestros niños, niñas y jóvenes estén seguros de que pueden analizar las problemáticas actuales, con la educación seremos capaces de abordarlas de manera sistemática para buscar las mejores soluciones, trabajando junto con otros como una comunidad estudiantil y para otros, con creatividad y emoción; utilizando a la tecnología como aliada, una herramienta indispensable y medio para concretar un fin; tendremos un impacto a su alrededor, mirando al futuro 2050 con esperanza, sin duda alguna, habremos construido un mundo más inclusivo y esperanzador a través de la educación, claro con ayuda la tecnología ”.
Estamos a tiempo de transformar el futuro. ¿Tú qué opinas?
Bibliografía:
Los futuros de la educación: UNESCO
MARC VIDALMAY 29, 2019